Hemos aprendido que un régimen totalitario utiliza la propaganda para enaltecer sus actuaciones e impedir toda crítica. Hasta las actividades menos "políticas" pueden ser objeto de manipulación. Mirad cómo funcionó en la Ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
El vídeo forma parte de la película Olympia, de la directora alemana Leni Riefenstahl.
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